Cádiz acogió durante cuatro días la Reunión de Medio Año de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), una organización no lucrativa que agrupa a 1.300 publicaciones del hemisferio occidental interesadas en fomentar y proteger la libertad de prensa y el derecho de los pueblos a informarse.
La cita forma parte del programa del Bicentenario de la Constitución de 1812 que convierte a la ciudad de Cádiz en punto de encuentro y reflexión sobre la sociedad actual. Cada país participante esbozó los grandes males del periodismo en Iberoamérica y la situación de los profesionales.
La Reunión de la Comisión de
Libertad de Prensa e Información de la Sociedad
Interamericana de Prensa (SIP) presentó
en el Palacio de Congresos de Cádiz los informes relativos a la situación de la
libertad de prensa en los distintos
países que forman parte de la
organización. Más de 300 editores y directores de prensa escrita de España y
América concluyeron que “son malos tiempos para la libertad de expresión” y
esbozaron una lectura de los principales males que amordazan las libertades de
pueblos y personas en todo el mundo, mediante un cerco permanente a las formas
y modos de hacerlo posible.
Sobre la defensa unánime del libre acceso a una información veraz
e independiente, como un derecho reconocido en la Declaración Universal, quedó
patente en los diferentes informes presentados por cada país que aunque la
estabilidad democrática ha posibilitado el ejercicio de un periodismo más libre
en unos países que en otros, la realidad confirma que aún queda mucho camino
por recorrer para garantizar el libre ejercicio de la información.
Milton Coleman, presidente de la SIP, editor del periódico
Washington Post, defendió la libertad de prensa existente en Estados Unidos como modelo que ha permitido 200 años
de libertad sustentada en la división de poderes, circunstancia que no se da en
todos los países americanos. “Esto nos ha hecho perfeccionarnos, tener
una jurisprudencia y aprender a convivir aunque no pensemos lo mismo",
dijo, exponiendo también una crítica al asegurar en su informe que "pese a
las promesas de promover una sociedad más abierta, el gobierno de Barack Obama sigue
persiguiendo a informantes e impidiendo que documentos gubernamentales salgan a
la luz pública".
La SIP moviliza todas sus influencias contra los procesos
normativos que constituyen “una escalada en determinados países americanos en
contra de la prensa independiente”. Al respecto Ricardo Trotti, director de Libertad de Prensa de la SIP,
aseguró que se están manteniendo reuniones con poderes judiciales de toda
América para mejorar el entrenamiento de jueces y fiscales en materia de
libertad de prensa.
En las conclusiones de las jornadas se destacó que "los numerosos
medios del estado realizan una campaña sistemática contra el periodismo
independiente, la publicidad oficial es utilizada para premiar amigos, la
prensa es acusada de desestabilizadora por responsables de la administración y
los mandatarios están ensañados en sus discursos con aquellos que levantan
voces críticas identificando y descalificando a los propios periodistas".
No hay comentarios:
Publicar un comentario